El grupo Malefixio regresa con nuevo disco, después de su exitoso «Culto a lo invisible» (2018), retrasado por el inevitable azote de la pandemia del Covid-19 que lastró, sobre todo, al desarrollo de la cultura y, principalmente, la cultura más underground.
Pero la espera ha merecido la pena y con «Magia Ceremonial» estamos ante uno de los discos más sólidos dentro de la escena siniestra internacional. Por un lado, tenemos a Eva, que con su interpretación vocal, nos adentra en el sonido deathrock más teatral, sinuoso, tribal y oscuro, donde con su voz nos arrastra irremediablemente a ensuciarnos con sus cuidadas letras, visualizando en nuestra mente un continuo baile macabro sonoro.
En la guitarra, Jordi ejecuta magistralmente cada uno de sus acordes, a veces con punteos agresivos, a veces con un delay que nos empuja a momentos melódicos de gran intensidad y con una ejecución propia de las grandes bandas del rock gótico más tradicional.
Mauricio, influido por un legado genético sin igual, realiza una programación muy minuciosa de la caja de ritmos, proporcionando una base donde el sonido de Malefixio se siente cómodo, natural y efectivo. Además, su trabajo en el bajo es de músico del más alto nivel. Sus líneas nos trasladan al siniestro más puro, con esa mezcla de carga emocional, melodía y sentimiento.

Y así, este trío afincado en Barcelona, comienza el disco con «Las Torres del Silencio» donde el ritmo tribal avanza a medida que el bajo de fondo y la guitarra soltando su preciosa melodía da paso a una interpretación vocal difícil de imitar. Eva recita una letra esotérica y «mágica» que, sin duda, es la mejor intro para un disco como este.
Afiladas guitarras de inicio en «Chak Chak«, un tema acelerado, muy en la onda del disco anterior, con un sello muy característico del sonido Malefixio. «Caen lágrimas», como bien dice la letra, mientras uno se imagina escuchándolo en directo o bailándolo en cualquier club que lo ponga dentro de su playlist.
Continúa el disco con «Futuros Anticuados» y me cuesta encontrar calificativos ante una canción tan perfecta. Tiene un estribillo que te atrapa, en la mezcla de voces, en su dinámica melodía y, sin ánimo de ser reiterativo, en una letra que invita a leerla como un poema y a sentirla como una oda sonora. Lo que hace Mauricio con el bajo y la programación mientras Jordi juega con la guitarra es para enmarcar. Pocas veces uno puede sentir algo así en una canción.
«Magia Ceremonial» es un disco para disfrutar escuchándolo sentado o bailando como un poseso, porque «Tras de ti» es un tema un poco más corto pero igualmente rápido y atractivo en su apartado melódico. Tiene un refinado gusto a punk oscuro que, sin serlo, convence por su carisma y potencia. Una velocidad que mantienen en «Eclipse«, donde nuevamente el trabajo en la textura de las voces me parece a destacar sin desmerecer el fluido desarrollo de guitarra y bajo a lo largo de la canción.

Que Malefixio es un grupo siniestro tribal queda recalcado en temas como «La montaña de Qaf«. Es un recital oscuro con una profundidad y misticismo que se mantiene pegado a un hilo conductor que empezó en su primer tema y continúa, ahora en mitad del disco. Un disco que hace un pequeño parón con la experimental «Los Djinns«, necesario y que casa bien con este desarrollo argumental que proponen en «Magia Ceremonial«.
«Éter» recupera la verticalidad del album, acelerando con sus arreglos y programación, en un tema que refleja claramente las intenciones que ha inoculado la banda a la hora de componer este trabajo. Una de las canciones de las que más me ha costado escribir porque es imposible dejar de bailar mientras el trío barcelonés nos deleita con una mezcla de estilos bien empastados.
El primer single del disco, «La Sombra«, ya me causó una tremenda excitación cuando se publicó en abril de este año y sigue siendo uno de los temas estrella de «Magia Ceremonial«. Es prácticamente utópico resistirse al esfuerzo y cariño con el que han compuesto este tema, en todos los apartados que componen el, para mí, «sonido Malefixio».
Eva nos seduce con su interpretación «En llamas«, que invito a todos a regocijarse en su letra, y arder ante una poderosa canción que transmite emociones y sentimientos desde el primer momento hasta el final.
El bonus track del disco es un poema de Janice Mirikitani, una de las poetas contemporáneas más interesantes de la historia reciente, activista hasta su muerte, en 2021. El mejor regalo que pudo hacerle Malefixio es una composición deathrock en estado puro con un cuidado mimo en su apartado vocal.
Malefixio lo ha conseguido de nuevo. Vuelve a despertarme sensaciones y sentimientos que me recuerdan el porqué «ser siniestro» es más que una etiqueta para conseguir seguidores en redes sociales. Siniestro es amar la música como la aman Eva, Mauricio y Jordi. Amar, querer y cuidar el deathrock, el batcave, el postpunk, el dark tribal, el darkwave, el coldwave… Porque todo eso es Malefixio. La música, por encima de todo.